Frente a la re-estructuración del área audiovisual del Instituto y a los consecuentes despidos de funcionarios, la directiva del Centro de Estudiantes de Comunicación 2009, declara lo siguiente:
- Nos oponemos a los despidos de funcionarios de acuerdo al argumento de requerir nuevas capacidades profesionales. A la Universidad Pública corresponde capacitar de modo permanente a sus funcionarios y de acuerdo a las necesidades de desarrollo académico. Del mismo modo criticamos la precariedad laboral sustentada en el modelo "a contrata", pues éste asegura que los trabajadores de la Universidad esten en constante incertidumbre frente a su fuente laboral e impide que sigan una carrera funcionaria y de perfeccionamiento laboral.
- Consideramos que todos los trabajadores de la Universidad debieran tener acceso a la información sobre sus evaluaciones laborales. Debieran saber quién la realiza, cuáles son los criterios con que serán evaluados y cuáles son las consecuencias de dicho proceso. Del mismo modo debiese existir la posibilidad de apelar a los resultados de la evaluación y exigir una segunda revisión. En el caso de que los estudiantes se relacionen por razones académicas con los trabajadores, debieran también poder evaluarles, tal como sucede con sus profesores.
- La presente decisión de despido a trabajadores del área audiovisual profundiza el daño en la relación entre el estamento estudiantil y la dirección del Instituto. La actual situación plantea desconfianzas preocupantes en la construcción de comunidad universitaria. Esta decisión nos parece de un marcado tono empresarial, lo que se contrapone a la sensibilidad social sentida en las salas de clases y en todos los espacios. No somos clientes, no buscamos "un mejor servicio", sino una comunidad académica sólida y critica ratificada en sus prácticas y relaciones.
- Frente a cualquier re-estructuración en el funcionamiento del Instituto, la participación estudiantil debiese ser considerada. Esto evita el estado precario de la confianza entre los distintos estamentos universitarios y nos permite avanzar hacia la construcción de una comunidad universitaria sólida y sustentada en la confianza mutua.
En la actual condición de nuestro Instituto, muchos cambios deben llevarse a cabo y es fundamental la voluntad que nos permita enfrentarlos de modo colectivo, solidario y colaborativo.
Invitamos a la reflexión colectiva, franca y abierta de estos temas a toda la comunidad de nuestro Instituto de Comunicación e Imagen.
- Nos oponemos a los despidos de funcionarios de acuerdo al argumento de requerir nuevas capacidades profesionales. A la Universidad Pública corresponde capacitar de modo permanente a sus funcionarios y de acuerdo a las necesidades de desarrollo académico. Del mismo modo criticamos la precariedad laboral sustentada en el modelo "a contrata", pues éste asegura que los trabajadores de la Universidad esten en constante incertidumbre frente a su fuente laboral e impide que sigan una carrera funcionaria y de perfeccionamiento laboral.
- Consideramos que todos los trabajadores de la Universidad debieran tener acceso a la información sobre sus evaluaciones laborales. Debieran saber quién la realiza, cuáles son los criterios con que serán evaluados y cuáles son las consecuencias de dicho proceso. Del mismo modo debiese existir la posibilidad de apelar a los resultados de la evaluación y exigir una segunda revisión. En el caso de que los estudiantes se relacionen por razones académicas con los trabajadores, debieran también poder evaluarles, tal como sucede con sus profesores.
- La presente decisión de despido a trabajadores del área audiovisual profundiza el daño en la relación entre el estamento estudiantil y la dirección del Instituto. La actual situación plantea desconfianzas preocupantes en la construcción de comunidad universitaria. Esta decisión nos parece de un marcado tono empresarial, lo que se contrapone a la sensibilidad social sentida en las salas de clases y en todos los espacios. No somos clientes, no buscamos "un mejor servicio", sino una comunidad académica sólida y critica ratificada en sus prácticas y relaciones.
- Frente a cualquier re-estructuración en el funcionamiento del Instituto, la participación estudiantil debiese ser considerada. Esto evita el estado precario de la confianza entre los distintos estamentos universitarios y nos permite avanzar hacia la construcción de una comunidad universitaria sólida y sustentada en la confianza mutua.
En la actual condición de nuestro Instituto, muchos cambios deben llevarse a cabo y es fundamental la voluntad que nos permita enfrentarlos de modo colectivo, solidario y colaborativo.
Invitamos a la reflexión colectiva, franca y abierta de estos temas a toda la comunidad de nuestro Instituto de Comunicación e Imagen.
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